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martes

Toma el control


"Amiga, el día amaneció nublado, creo que nos hemos quedado sin día de playa"
Regla número uno: en la vida debemos saber adaptarnos a lo inesperado
"Bien, vayamos a comer, disfrutemos de un paseo"
Una hamburguesa y un café más tarde el cielo se despejó.
Regla número dos: que ahora "veas todo negro" no quiere decir que la luz no esté cerca
Rebosantes de felicidad atrapamos unos biquinis, unas toallas y nos lanzamos hacia la playa.
Sol, Arena y más sol. 50 metros más adelante, el mar.
"¡¡Está fria!!"
Regla número tres: dijo Agatha Cristie, no se puede dar marcha atrás, la esencia de la vida es ir hacia adelante
Con una fuerza de voluntad innata nos lanzamos sin pensarlo. Por el camino nos encontramos un lineal de conchas afiladas y puntiagudas.
Regla número cuatro: Los obstáculos son esas cosas espantosas que ves cuando apartas los ojos de tu meta
Con caras de "quejicas" nos lanzamos hacia adelante. De pronto arena fina, nuestros pies se sentían relajados. Relax. Paz...." ¡¡Cuidado con las olas!! "
Regla número cinco: Si esta vida no tuviera problemas ni obstáculos que librar, ni miedos que superar, entonces ¿Qué tendría de divertido?
Mirábamos al frente, al llegar la ola cogíamos profundamente aire y nos sumergíamos bajo ella con el fin de esquivarla. Era el único modo de permanecer allí. Reíamos por haberlas esquivado. Dejamos de reír cuando al despistarnos y mirarnos la una a la otra una ola nos alcanzó.
Regla número seis: No pierdas de vista tu objetivo en la vida
Sacudidas y atizadas por la gran ola nos golpeamos la una contra la otra. No nos gustó.
Ya no era tan gracioso jugar a esquivar los obstáculos en la vida aunque como dice nuestra regla número siete: La vitalidad se revela no solamente en la capacidad de persistir sino en la de volver a empezar
Seis nuevas olas esquivadas fueron suficientes para saciar nuestras ganas de jugar con el mar. Ya estábamos cansadas y es que dice esa regla número ocho: Una retirada a tiempo es una victoria
Risas, Sol , Arena y más Risas. Hablábamos de la vida mirando al mar. Hablábamos de lo inesperada que es, de los obstáculos, de nuestros objetivos y despistes, del aprendizaje de esas distracciones y volvíamos a reír. Basta un poco de espíritu aventurero para estar siempre satisfechos, pues en esta vida nada sucede como deseábamos, como suponíamos, ni como teníamos previsto. Y entonces como siempre solemos hacer comenzamos a soñar, Cinco minutos bastan para soñar toda una vida, así de relativo es el tiempo.
Echa una mirada a la vida como si se tratara de una mirada hacia el mar
Afronta la vida sin miedo como si afrontaras ese bravo oleaje
Y sobre todo, no des la espalda a la vida ni a los problemas, no pierdas de vista esas olas
Toma el control








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