No se si os habeis dado cuenta de que ahora existe un pequeño reproductor en este Blog donde actualmente está esa canción de la que ya os hablé hace unos dias. "Meu fado Meu" de Marizza. No es que quiera hablaros de la música en sí. Mas bien, he abierto el blog y la he escuchado y de pronto he sentido la necesidad de comentar algo.
Cuando en esta vida te tropiezas con ciertas formas de pensar, o de sentir, corres el riesgo de que te marquen para siempre. Eso me ocurrió a mi con la saudade. Antes de conocer esa palabra, conocía la melancolía, la añoranza, la pena, el pesar y la nostalgia. Pero eso no tiene nada que ver con la saudade. Puedo reunir todas las fuerzas posibles en este momento para intentar explicaros lo que és y no conseguirlo. Sientes un cosquilleo que no consigues parar. Ni siquiera se trata de la canción concreta, no conocía esta melodia cuando conocí la palabra saudade, no se trata de un recuerdo concreto ...se trata de una sensación, de una "magia" que se despierta dentro, que te hace temblar de felicidad y de tristeza a la vez. Se trata de lo que tuvistes. La alegria ausente. No creo que pueda llegar a entender porque deseas llorar y reir a la vez. Tampoco busco entenderlo.
Miguel Falabella
Saudade de una cascada de la infancia
Saudade del gusto de una fruta que no se encuentra más
Saudade de una ciudad
Saudade de nosotros mismos, del tiempo que no nos perdona
Saudade del que más ama
Saudade de la piel, del olor, de los besos
Saudade de la presencia, y hasta la ausencia consentida
No saber si ella continua sufriendo en ambientes frios
No saber si el continua sin afeitarse por causa de aquella alergia
No saber si ella aprendió a estacionar entre dos coches
Si él continua sonriendo con aquellos ojitos apretados...
No saber si continua detestando el McDonalds´
No saber si él continua amando
Saudade realmente es no saber
sino la mejor, y si mi humilde opinión tiene algún valor, una de las mejores actualizaciones de tu blog. Felicidades
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